“Atemporal y contagiosa, la música ranchera con sus matices armónicos llevaron al mismo Elvis Presley a cantar Guadalajara, Guadalajara en 1963”.
Desde hace algunas décadas, la cultura del rock y los cantantes de ranchero han mantenido un vínculo mediante personajes o producciones que se atrevieron a fusionar ambos estilos musicales, sin perder la esencia original de cada uno.
Fue a finales de los años 50 cuando estrellas como; Ritchie Valens con “La Bamba” y Lalo Guerrero a través del tema “Elvis Pérez”, incitaron a generaciones posteriores a experimentar con el folklor mexicano y los ritmos dinámicos del rock, aunque a Guerrero se le ubique más por su trabajo con las ardillitas: Pánfilo, Demetrio y Anacleto.
Atemporal y contagiosa, la música ranchera forma parte lo mismo de festejos que de velorios, una simbiosis canora que eriza los poros con las octavas bajas del guitarrón y los arreglos sobreagudos de trompeta, cuyos matices armónicos llevaron al mismo Elvis Presley a cantar con mariachi durante el rodaje de “Fun in Acapulco”, un filme dirigido por Richard Thorpe en 1963, donde el astro del rock entonó “Guadalajara, Guadalajara” del compositor mexicano Pepe Guizar.
…“Alberto Vázquez, el Barry White mexicano, decidió darle un giro radical a su carrera, pues saltó del rock n’roll a las producciones de ranchero”…
Corrían los años 70 cuando Alberto Vázquez, el Barry White mexicano, decidió darle un giro radical a su carrera, pues saltó del rock n’roll a las producciones de ranchero, sacándole partido a su voz de barítono bajo que recordaba el estilo bravío del “Charro Cantor”, Jorge Negrete. Vázquez interpretó; “Ay Jalisco, “El Capiro”, “Yo soy mexicano” y “Cocula” pieza que lo inmortalizó como cantante dentro del ámbito vernáculo.
Algo similar pasó con el compositor Juan Valentín, que inició su carrera como cantante de rock n’ roll para después migrar al género de la música tradicional mexicana, misma que le ha dado la oportunidad de crear las obras; “Cuando dos almas”, “No más por tu culpa” entre otras y grabar 40 discos de ese corte, sin embargo aún recuerda con nostalgia aquellos días de tardeadas en los que covereaba “Tú cabeza en mi hombro”.
Durante años, el rock fue visto por los sectores más conservadores de la sociedad mexicana como una expresión de libertinaje y vandalismo, idea que reforzaron las administraciones políticas de; Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo tras lo sucedido con los normalistas el 11 de junio de 1971 y el Festival “Rock y Ruedas” de Avándaro en septiembre de ese mismo año.
Hasta entonces, la escena nacional de ese ritmo derivado del Rythm And Blues se caracterizó por ser el refrito de éxitos gringos que César Costa y Enrique Guzmán cantaban, e incluso adoptaron el arreglo personal de Paul Anka y James Dean respectivamente.
Por otro lado la agrupación el Trhee Souls In My Maind, contraria a los corny-rockers antes mencionados, daba fe del cerco oficial impuesto a las expresiones artísticas juveniles con aquella canción titulada, “Abuso de Autoridad”. La programación radiofónica se limitaba a transmitir a los Ángeles Negros con sus boleros psicodélicos, Leo Dan, Sandro, Roberto Jordán y el tropi-rock de Mike Laure solamente.
…“ al final, la botonadura charra se impuso a los estoperoles”..
Fue hasta principio de los años 80, que la influencia del Rock en tu idioma abrió una brecha para la proliferación de bandas jóvenes, dicho fenómeno alcanzó incluso a músicos que tenían un abolengo en la canción nacional. Pepe Aguilar, hijo del connotado cantante Antonio Aguilar no fue la excepción, por aquél tiempo formó una banda llamada Equs, pero al final, la botonadura charra se impuso a los estoperoles, pues en él caía la responsabilidad de continuar el legado de su padre.
Sin embargo, el gusto genuino de Aguilar por el rock quedó claro en su disco, Unplugged MTV, en el que participaron Saúl Hernández y Los Bunker, material producido por Emmanuel del Real, integrante de Café Tacuva.
Muchas figuras de la música regional como Lorenzo Negrete (nieto de Jorge Negrete) y Alejandro Fernández se han declarado escuchas consumados de ese estilo musical, incluso en el álbum “Confidencias”, Fernández realiza un dueto con Rod Stewart en el track “Nobody Knows You When You’re Down And Out”, un clásico del blues.
…“algunas veces, ya entrado en confianza, José Alfredo intercambiaba la las letras del Lennon por las suyas para ver cómo se escuchaban sus canciones al ritmo de los Beatles”.
Llena de contrastes, la figura del mexicano se yergue ante el mundo mediante su música como un outsider nato, lo mismo desafía a la muerte que disfruta de un mundo infra cuando toca fondo por un amor y se tira al vicio como un rockstar de a de veras. Es con José Alfredo Jiménez donde ese caleidoscopio sonoro da rostro al poeta, al macho alfa, al amante que enamora con cada palabra, al suicida que lleva en el pecho una herida y que busca la muerte.
Contaba su hijo, José Alfredo Jr., que el creador de la rola “Vámonos”, una oda al amor y a la anarquía, era un escucha entusiasta de Pink Floyd, JetrhoTull, Traffic y que algunas veces, ya entrado en confianza, intercambiaba las letras de Lennon por las suyas para ver cómo se escuchaban sus canciones al ritmo de los Beatles.
El sincretismo melódico de ambas corrientes ha llevado a los cantantes Andrés Calamaro, El Hombre Gancho y Joaquín Sabina a interpretar muy a su estilo las obras de “El Rey de la canción”, siendo precisamente Sabina quien se aventuró a componer canciones rancheras como; “Y nos dieron las diez”, “Noches de boda” y “Camas Vacías” antecesoras a “Infinito” y “Al final” que tiempo después lanzara al mercado Enrique Bunbury.
…“podríamos decir que Solís, mejor conocido como “El Señor de las sombras”, es padre del post punk folk”…
La repercusión de la música mexicana en España logró atrapar a artistas como Rocío Durcal a quién se le recuerda por ser la mejor intérprete de Juan Gabriel, pero también por sus duetos con Sabina y Manolo García, líder de la banda “El Último de la Fila” con quien cantó casi de forma onírica, “Luz de Luna” de Álvaro Carrillo.
Quizás con una exposición más discreta ha permanecido la figura de Javier Solís, cuya media voz se instaló para siempre en el gusto del pueblo a través de canciones como; “Entrega Total”, “Cuatro Cirios”, “Cataclismo” y “Sombras”, donde interpreta a un borderline suicida, pieza que mantiene un parecido con la rola de Joy Division, “Love Will Tear Us Apart” al grado de que podríamos decir que Solís mejor conocido como “El Señor de las sombras”, podría ser padre del post-punk folk.
Si bien Solís no se destacó en la composición, su timbre vocal inigualable hizo mella en personajes oscuros que algunos vinculan con el dark rock, entre ellos; Javier Corcobado, La Castañeda y Salvador y los leones quienes han sabido darle un sentido transgresor y extasiante a los éxitos del ídolo de la colonia Tacubaya, para muestra basta escuchar los discos; “Boleros Enfermos de Amor Vol. 2”, “El Globo Negro” y”Amor Muerte”.
“Al igual que Janis Joplin o Amy Whinehouse, Lucha Reyes, todo lo vivió en exceso, bebió en exceso, murió entre excesos y depresión mediante barbitúricos”.
Charros y Rockstars, dos figuras emblemáticas marcadas por la idolatría de sus seguidores pero de igual forma por los senderos del desenfreno, caminos que les cobraron la factura de manera trágica.
Un ejemplo de lo anterior, fue Lucha Reyes, cantante pionera de la música mexicana con mariachi de los años 30, mujer de voz aguardentosa, temperamento intenso y rebelde. Al igual que Janis Joplin o Amy Whinehouse, Lucha, todo lo vivió en exceso, bebió en exceso, murió entre excesos y depresión mediante barbitúricos.
“Del “Piporro” y RockDrigo Gónzalez a Botellita de Jerez”
De manera intermedia entre el Canto Nuevo y expresiones emergentes rockeras, los rupestres encabezados por Rockdrigo González buscaron abordar la modernidad de su país mediante el rock trovado que los caracterizó, haciendo un verdadero tiempo de híbridos como bien lo diría en sus versos el “Profeta del Nopal”.
“Desenchufado”, material fonográfico de Jaime López retrata a esa generación rupestre que de una u otra forma deseaban acercar a las jóvenes audiencias con la esfera independiente de la canción de autor, pero sin dejar de lado el sello mexicano, así se puede escuchar en “En una nube” o “Tu Maldición” creadas por López que rememoran a Eulalio González “Piporro” que no cantaba mal las rancheras pero tampoco el rock n roll, sólo hay que ponerle oreja a “Los ojos de Pancha”
De aquellos Rupestres “El Bato” de Rafael Catana, la adaptación de “El Quelite” por parte de Armando Rosas a través de su Rythm & Pango una fusión de blues y huapango mexicano, son parte importante que de nueva cuenta muestra la paridad de dos cosmos que algunos creen opuestos.
Jerarcas del extinto Rockotitlán, Botellita de Jerez y Café Tacuva fueron punta de lanza en la proyección de la mexicanidad rocker a través de los medios de comunicación a pesar de las cruentas críticas a sus propuestas estéticas y musicales.
En el mismo tenor, Caifanes con; “Mariquita”, “Piedra”, “La Llorona”, “La célula que explota” y “Quisiera ser alcohol” transmitió por generaciones a sus escuchas el sentido de la reapropiación del folklore y el gusto por el rock mediante pinceladas de arreglos muy mexicanos insertados en los tracks anteriormente mencionados.
“Covers a The Cure, Morrisey, Metallica y Led Zeppelin realizados por mariachis”
Actualmente El Mariachi Extraviado, conformado por elementos de bandas como El TRI, Fobia y La Lupita han tomado la estafeta en el rescate musical del México que conocieron a través de sus padres, pero también del que les ha tocado vivir a ellos. María Inés Ochoa y su proyecto “La Rumorosa” es otro ejemplo de esa hibridación melódica, transgresora, que gracias a su calidad ha convencido hasta a los más consagrados chovinistas anti-rock.
La amalgama de sonidos contemporáneos, ha permitido que proyectos como Liber Terán o San Pascualito Rey sean sumamente atractivos para la chaviza por las atmosferas creadas mediante la estética y texturas de canciones como “El Gitano Wstern”, “El perro negro”, o “Cerquita de Dios”, obra de San Pascualito en la que participa Juan Pablo Villa, músico y compositor que ha centrado su carrera en la improvisación vocal bajo la influencia del canto cardenche, mongol, inuit y atonal.
Del otro lado, Mariachis como Mariachi Rock-O, Mariachillout, han sorprendido a propios y extraños con sus cover`s a; The Cure, Queen, Rolling Stones, Morrisey, Mago de Oz, The Beatles o Mano Negra. Pero como para todo hay gustos, Metalachi, se ha puesto la cabeza de los ritmos extremos, pues a través del mariachi han interpretado a Guns N’ Roses, Metallica y Led Zeppelin, convirtiéndose en un fenómeno de la costa oeste en Estados Unidos.
“Quentin Tarantino y Robert Rodríguez han canciones como parte de la banda sonora de sus películas, “La Malagueña” en Kill Bill 2 y el “Mariachi Suite” en “Desperado”.
La admiración por la figura bragada del mexicano con pistola en mano y a caballo ha llevado a directores de cine como; Quentin Tarantino y Robert Rodríguez a elegir canciones para que formen parte de la banda sonora de sus películas, así quedó plasmado en “Kill Bill 2” con “La Malagueña” interpretada por el grupo Chingón, o el “Mariachi Suite” con Los Lobos y Antonio Banderas en la cinta “Desperado”.
…“las rancheras y el rock se han introyectado en el consumo cultural del mexicano que en mitad del carnalazgo etílico lo mismo bailan con el Duck Walk de T- Bone Walker que con los taconazos del Marichi Loco de Román Palomar”…
La última estampa charrockstar más efusiva para miles de mexicanos fue cuando el Beatle Paul MacCartney en 2012, ondeó la bandera nacional en el Zócalo Capitalino, gritó ¡Viva México cabrones! y cantó acompañado del Mariachi Gama Mil, “Obladi Oblada”.
Declarada como patrimonio inmaterial de la humanidad en 2011 por la UNESCO, la música de mariachi es un rasgo identitario de la cultura mexicana a nivel mundial, que ha sabido conjugar su sonido de manera versátil no sólo con el rock, también con el tango y la música clásica como el Mariachi de Román Palomar, por lo que en 2013 el Gobierno del Distrito Federal a través de la Secretaría de Cultura fundó la Escuela de Mariachis de México Ollin Yoliztli en busca de una profesionalización de los músicos de este género.
A pesar de que muchos connacionales jóvenes ven al mariachi mexicano como una música de relleno en las fiestas, en otras partes del mundo como Centroamérica, Colombia, Croacia, Canadá y Japón el gusto y aprecio por esta música les ha llevado a conformar agrupaciones que han participado en las diferentes ediciones del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería que cada año tiene sede en Guadalajara, Jalisco.
Curas para el mal de amores, armonías que se tornan cantatas multitudinarias en festejos y cantinas, las rancheras y el rock se han introyectado en el consumo cultural del mexicano que en mitad del carnalazgo etílico y a medios chiles, lo mismo bailan con el Duck Walk de T- Bone Walker que con los taconazos del Marichi Loco de Román Palomar hasta el amanecer.
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